A raíz de la guerra que Rusia está llevando a cabo en Ucrania, saber cómo ahorrar energía se ha convertido en una de las prioridades de cara al invierno. Por otro lado, ahorrar energía es un imperativo en nuestros días no solo por la posible escasez que puede darse este invierno, sino por el gasto económico que supone, por la necesaria conservación ambiental en un momento en el que el cambio climático se hace más patente que nunca y de cara a la reducción de la explotación de recursos naturales.como-ahorrar-energia

Si bien el ahorro de energía siempre es una buena costumbre, en estos momentos es todavía más acuciante que en otros. El problema es que no siempre sabemos bien cómo hacerlo, ya sea por falta de cultura de ahorro, por falta de costumbre o porque sencillamente no se nos ocurre cómo.  

A continuación, te contamos algunas cosas que puedes hacer para moderar tu consumo energético y ahorrar en tus facturas, ya sean de luz o de gas. Aunque todas estas ideas son buenas si quieres saber cómo ahorrar energía, no es necesario que lo hagas todo a la vez, ya que depende mucho de tus circunstancias. Pero cualquier cambio puede suponer una ayuda que, poco a poco, se irá sumando a todas las demás acciones que pongas en práctica.

Algunos consejos para saber cómo ahorrar energía este invierno

Índice de contenido

Aprovecha todo lo posible la luz del día

La luz del sol es un bien escaso en el invierno alemán, ya que dependiendo de la región en la que te encuentres puedes tener entre 7 y 8 horas de luz del día en lo más crudo del invierno. Y el día no garantiza el sol en absoluto. No obstante, se trata de un recurso eficiente y económico. Por tanto, debe ser utilizado en lo posible para cubrir nuestras necesidades energéticas.

En latitudes tan septentrionales no es muy útil para secar la ropa tendiendo fuera, para calentar la casa dejando que entre por sus ventanas o para iluminar las estancias. Pero algo tan sencillo como colocar las mesas de estudio o trabajo o las butacas de lectura cerca de las ventanas puede ser muy útil, ya que al menos podrás aprovechar la luz mientras la haya, dependiendo del tiempo que dediques a estas actividades. Esto puede resultar útil sobre todo si tienes hijos en edad escolar que estudien en casa por la tarde

Otra idea para aprovechar la luz si tienes buenos ventanales puede ser colocar espejos estratégicamente que reflejen la luz de las estancias más iluminadas hacia las más oscuras, ya que esto te puede permitir prescindir de la luz eléctrica durante unas horas todos los días. Esta forma es una de las menos conocidas sobre cómo ahorrar energía, pero es muy útil, sobre todo, para iluminar de manera tenue lugares de paso.

​Controla la temperatura de tu casa

Una cosa fundamental en invierno es controlar la temperatura de tu casa. Si afuera hace demasiado frío y necesitas recurrir a un termostato, ten en cuenta que la temperatura ideal para un hogar durante el día se ubica entorno a los 18-21 ֯C por el día, y sobre los 12-15 ֯C por la noche.

Para conseguir esta temperatura mientras estás en casa, una idea puede ser programar el tiempo para que la calefacción se active un rato antes de que llegues a casa. Si trabajas o estudias fuera de casa, sólo te interesa que esté caliente mientras tú estés ahí. Pero puede ser que, si lleva muchas horas vacías, cuando llegues esté realmente fría. Para eso, un temporizador puede ser una buena solución.

Por otro lado, dependiendo del uso que hagas de tu casa es posible que sólo te interese mantener calientes sólo algunas habitaciones, como la sala de estar o el dormitorio cuando vayas a acostarte. Calentar ciertos lugares de paso, como los pasillos, puede resultar un gasto excesivo si pretendes ahorrar energía.

Si tienes la posibilidad de cerrar puertas y abrir sólo determinados radiadores y mantener el resto cerrados puede ser una buena forma de cómo ahorrar energía.

Adecúa tu ropa de casa a la estación del año

Otra forma como ahorrar energía en casa es hacer de la ropa abrigada la mejor de las aliadas. Un pijama de franela, de forro, calcetines gordos, zapatillas de invierno o una bata pueden ser una gran ayuda a la hora de no pasar frío.

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Además de eso, es muy habitual tener una manta que echarse por encima en el sofá o en el sillón en el que veas la tele o leas. Pero si a eso le añades una bolsa de agua caliente, encontrarás una confortabilidad extra, ya que calentar una bolsa de agua gasta muy poca energía y mantiene la temperatura bastante rato. Este tradicional complemento te puede suponer un ahorro de energía mayor de lo que crees.

Revisa regularmente la caldera

En caso de que tu sistema sea de gas, conviene revisar la caldera una vez al año para asegurarse de que funciona correctamente y de que no consume más de lo necesario. También evitarás averías y posibles accidentes que, en el caso de las calderas de combustión, pueden llegar a ser bastante peligrosos. 

Si el sistema de calefacción y de calentar en agua que tienes en tu casa es eléctrico, revisa que no haya radiadores cubiertos por ropa o tapados por muebles, ya que esto reduce notablemente la cantidad de calor que aportan al hogar. 

Ocúpate de purgar los radiadores de tu casa al principio del invierno para evitar que tengan burbujas de aire que hagan menos eficaz el sistema de calefacción.

Si vives en una casa de alquiler es muy posible que sea el casero el que tenga que ocuparse de este tipo de cosas y no tú. Dado que en Alemania es muy habitual que el alquiler incluya los Nebenkosten, habla con el propietario para explicarle que, al facilitarte ahorrar energía, será él quien pague menos, además de contribuir al esfuerzo nacional por disminuir el consumo de gas.

Aísla tu hogar de la temperatura del exterior

Las casas en Alemania suelen estar muy bien aisladas desde la propia construcción, sobre todo aquellas más modernas. Pero si la casa en la que vives es antigua, puede ser que no tenga tan buen aislamiento.

Si la casa es tuya, puede ser un buen momento para cambiar las ventanas o las puertas. En este caso, puede ser una buena idea considerar aquellas que resulten más aislantes de la temperatura exterior. Una ventana con doble o triple acristalamiento supone evitar una pérdida de temperatura importante con respecto a la temperatura de la calle.

No sólo eso, sino que además conseguirás aislar mejor tu casa del ruido, lo cual también es una ventaja añadida de cara a la comodidad dentro del hogar.

Es verdad que, si vives en una casa de alquiler, de nuevo es cosa del dueño. Pero siempre puedes hablar con él sobre cómo ahorrar energía y aludir a las ventajas para su bolsillo en caso de que sea él quien pague las facturas. ¡Y la verdad es que el momento no puede ser más propicio para hacer este tipo de remodelaciones!

Date duchas breves y evita darte baños en la bañera

En Alemania hay muchísimas casas que tienen instalada una ducha y no una bañera. En ese caso tampoco es necesario darle muchas vueltas a este punto, ya que no existe la posibilidad de darte un baño. Pero si en tu casa hay una bañera y quieres otra opción sobre cómo ahorrar energía, lo mejor que puedes hacer es prescindir de llenarla y optar por una ducha.

Por otro lado, aunque las duchas largas son un placer para todo el mundo, el consumo de energía que suponen es bastante notable. Calentar agua durante un largo espacio de tiempo es un gasto energético que muy bien puede acortarse. Una ducha de entre 5 y 7 minutos, incluyendo el lavado de pelo en quienes lo tenemos largo, es más que suficiente para mantener una correcta higiene.

Por otro lado, los momentos en los que realmente se necesita el agua durante la ducha no son tantos. En España hay una costumbre bastante arraigada que consiste en utilizar el agua sólo para mojarse primero y para aclararse después, cerrando el grifo mientras te enjabonas. Es verdad que en España se hace más por ahorrar agua que por ahorrar energía, pero el resultado es el mismo: usar el agua sólo cuando hace falta.

Así que con esta medida no sólo conseguirás ahorrar electricidad o gas, dependiendo del aporte que utilices para calentar el agua. También supondrá un ahorro de agua, por lo que el planeta y tu bolsillo (o el del propietario) te lo agradecerán por partida doble.

​Elige electrodomésticos eficientes siempre que puedas

Si ha llegado el momento de cambiar algún electrodoméstico, como la lavadora o el frigorífico, y vas a comprar uno nuevo, presta atención a la eficiencia energética de tu nueva adquisición. Los mejores son los que menos consumen.

Es verdad que, normalmente, en un principio resultan más caros que aquellos que tienen una eficiencia energética menor. Pero a la larga esa diferencia de precio se amortiza, ya que ahorrarás mes a mes. Y al cabo de los años, verás que el aparato te ha salido más barato que si te hubieras decidido por el menos eficiente.

Utilice adecuadamente sus electrodomésticos

El uso adecuado de electrodomésticos es importante de cara a ahorrar energía, por lo que conocer el mejor modo para emplearlos puede suponer una disminución considerable de tu consumo al cabo del año:

  • Carga al máximo la lavadora y el lavavajillas.
  • Utiliza una temperatura de 40 ֯C como máximo, si necesitas agua caliente. Esto es más que suficiente para limpiar en condiciones normales. En el caso de la lavadora, puedes usarla con agua fría.
  • Utiliza ollas y sartenes del tamaño más adecuado. Cocina con la tapa de la olla o con una olla a presión para necesitar una cantidad menor de energía. Procura terminar de cocinar utilizando el calor residual que queda tras apagar el fuego.
  • Las placas de vitrocerámica consumen más electricidad que las placas de inducción. Cuando llegue el momento de cambiar tu vitrocerámica, ten esto en cuenta.
  • Regula la temperatura de tu frigorífico, entre 3 y 7 ֯C es una temperatura perfecta para conservar la mayoría de los alimentos. Vigila que no acumule escarcha, y procura mantener limpia y ventilada la parte trasera para que el motor no se sobrecaliente.

​No dejes tus electrodomésticos en stand-by

Hay una cantidad muy importante de aparatos que, cuando están apagados, quedan en stand-by. Se trata de un estado de suspensión que, muchas veces, se puede comprobar por la presencia de una luz roja, y que indica que el electrodoméstico sigue recibiendo un pequeño aporte de energía. A este tipo de consumo se le llama “consumo silencioso”, ya que muchas veces pasa completamente inadvertido.

Te habrás fijado en este detalle en muchos aparatos de tu hogar: televisiones, ordenadores, termos, cafeteras…  Este aporte de energía puede ser permanente, en caso de que nunca lo desenchufes, y al final del año supone un consumo importante. Para evitarlo, puedes elegir entre dos opciones:

  • Si el aparato está enchufado a una regleta, puedes optar por comprar las que disponen de un interruptor, y mantenerlas apagadas mientras no esté utilizando ninguno de los electrodomésticos que tiene enchufados.
  • Si el aparato está enchufado directamente a una toma de pared, puedes desenchufarlo para que deje de recibir un aporte energético mientras no lo está usando.

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Cuida la iluminación de tu hogar

La luz en las casas es un elemento importante a la hora de ahorrar energía, ya que más o menos el 20% del consumo eléctrico del hogar corresponde a la iluminación.

Cuando cambies las bombillas, compra unas de tipo LED, que duran mucho más tiempo y consumen mucha menos energía. Al igual que sucedía con los electrodomésticos, notarás que son algo más caras que las de bajo consumo y las incandescentes, pero el ahorro puede llegar a ser sorprendente.

Tenga también en cuenta que los halógenos consumen bastante energía, ya que emiten mucho calor. Prescindir de las fuentes de calor inútiles es una forma estupenda sobre cómo ahorrar energía.

Por otro lado, vigila que no haya más luces encendidas de las que necesites. Recuerda apagar las luces siempre que salgas de una habitación en la que no hay nadie.

Además de lo anterior, puedes ajustar la iluminación a la actividad que estés realizando en el momento. Procura no encender más luces de las necesarias. Para estar en una sala de estar, muchas veces es suficiente con una luz ambiental, mientras que si estás leyendo en tu butaca una luz dirigida al libro puede bastarte para leer sin que sufra la vista. En cambio, si estás haciendo la cena en la cocina, es muy probable que necesite una luz cenital o, dependiendo dónde se encuentre ésta, también una luz dirigida.  

​Revisa tus facturas energéticas

En este caso tendrás que hablar con el propietario, si es él quien pague las facturas energéticas. Pero este sencillo gesto es muy útil para controlar tu consumo, ya que te permitirá comprobar en qué momentos del año tu consumo es mayor, averiguar los motivos de la diferencia y planificar estrategias para disminuirlo.

También puedes revisar tu lector de gas o de electricidad con regularidad para ver cuánto estás consumiendo en ese periodo de facturación, ya que es más fácil tomar conciencia con el consumo más inmediato, al igual que establecer estrategias de ahorro a corto plazo.

Plantéate el autoconsumo para ahorrar energía

Si tu casa es tuya, puedes plantearte la posibilidad de instalar placas fotovoltaicas en el tejado, ya que esto te garantizará el aporte de energía limpia, por un lado, y te asilará de cualquier tipo de problema que pueda haber en el futuro próximo con los cortes de suministro.

Si tienes que pagar tus facturas energéticas, esta medida puede suponerte un ahorro mensual muy potente, especialmente en estos tiempos en los que el precio de la electricidad está subiendo de forma tan sostenida. Por otro lado, la instalación de placas no implica que tengas que cortar tu conexión con tu compañía eléctrica. Simplemente te garantiza cierta autonomía.

En caso de que vivas de alquiler, la instalación de placas no es una opción por mucho que quieras encontrar una manera de cómo ahorrar energía. No obstante, puede ser interesante que te sientes a tener una charla amigable con el casero para exponerle la enorme cantidad de ventajas que le puede suponer al bolsillo a medio plazo el optimizar energéticamente tu vivienda.

Como puedes ver, Alemania es el país de la UE que más energía fotovoltaica produce, según el Barómetro FotoVoltaico de EurObserv’ER.

Por otro lado, el 7 de julio se aprobó en el Bundestag la EEG-Osterpaket para facilitar la expansión de las energías renovables. En este paquete se incluye, entre otras muchas cosas, ayudas que deberán gestionar los estados y municipios para la implementación de fotovoltaica, entre otras energías limpias. Así que sería interesante que te informases en tu ayuntamiento y a tu Land para ver qué ayudas ofrecen para estos fines.

 

 

Si quieres saber otras formas de llevar adecuadamente esta estación, además de cómo ahorrar energía, puedes consultar nuestra entrada sobre el invierno en Alemania, donde podrás leer otras medidas para facilitar tu adaptación tanto a la temperatura como a la falta de luz que le es propia. Al fin y al cabo, la experiencia invernal también forma parte de tu proceso migratorio, con el interesante plus de este año de la guerra a las puertas de Europa.

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